Constitutivas
La constitución de una sociedad o asociación es el primer paso para dar vida jurídica a una persona moral, permitiéndole actuar como un ente independiente con personalidad jurídica y capacidad legal. La escritura o acta constitutiva debidamente inscrita en Registro Público de la Propiedad y del Comercio, según sea el caso, es el documento con el que se acredita la legal existencia de la empresa, sociedad o asociación. Mediante la celebración del contrato social, los accionistas, socios o asociados definen libremente el objeto social, estructura y las reglas de operación de la empresa, sociedad o asociación. También establecen la distribución de las acciones o partes sociales, se otorgan poderes y nombran a los funcionarios encargados de llevar la administración y día a día de la persona moral. Además del trámite notarial para elevar el contrato social a escritura pública, es necesario registrarla ante el Registro Público de la Propiedad y del Comercio y cumplir con las obligaciones fiscales ante el SAT, incluyendo la obtención del Registro Federal de Contribuyentes (RFC). Este paso asegura que la sociedad opere de manera formal, cumpliendo con todas las disposiciones legales. La constitución de una sociedad no solo garantiza certeza jurídica a los socios, sino que también brinda una base sólida para el desarrollo de sus actividades, protegiendo su patrimonio y fortaleciendo su credibilidad ante instituciones y clientes.
